Los principales materiales se preparan para encolar la tapa y la roseta, seguidamente para unirlos al mango. Los aros, previamente doblados cuidadosamente se colocan en el tacón, ajustándose de la forma más adecuada junto a la tapa de madera de cedro o abeto.

Por otra parte, los aros se unen y se encolan en la parte inferior, reforzando debidamente toda la estructura interna a lo largo de su perímetro con tentellones y piezas de madera específicas muy bien lijadas, para su sólida construcción y buen acabado.

A continuación se coloca la parte inferior de la guitarra, llamada fondo o suelo, haciendo referencia a la parte trasera del instrumento. Todo ello bien sujeto y firme dentro de un patrón que hace que el instrumento sea encolado perfectamente.

Una vez montado la parte principal del instrumento se procede a la colocación de las cenefas decorativas, el diapasón de ébano, colocación del traste y se le da forma definitiva a todas las partes para darle su ajuste y belleza que la caracteriza.

Finalmente la guitarra es barnizada y puesta apunto para su uso.